martes, 22 de septiembre de 2009


"La próxima vez que quieras salvar un libro, no te juegues la vida… Te llevaré a un lugar secreto donde los libros nunca mueren y donde nadie puede destruirlos".

EL JUEGO DEL ANGEL, analizado de manera muy personal, no es un libro de narrativa arrolladora, me refiero a escenas dantescas, de adrenalina pura, ¡no! Sin embargo, posee un ingrediente muy poderoso que nos obliga a mantener la cara sumergida en sus paginas, quizás es ese olor a tinta rancia, de imprenta vieja, o los polvosos laberintos por los cuales gustosa me perdiera si existiera realmente el Cementerio de los Libros Olvidados, o tal vez sea el nostálgico personaje de Sempere, dueño de la librería que más tarde heredaría a su hijo, otro Sempere, lo que finalmente ha hecho que me devore el libro en menos de dos semanas . Inolvidables Don Pedro Vidal, y sin lugar a dudas, A. Corelli, de nueva cuenta Carlos Ruiz Zafón ¡EXCELENTE!

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